El ministro de Interior y Transporte de la Nación y el
gobernador Francisco “Paco” Pérez generaron
el convenio mediante el cual la empresa ferroviaria del Estado Nacional Belgrano Cargas y Logística (BCYL) y la
provincia de Mendoza brindarán a viñateros pequeños y medianos la posibilidad
de transportar sus productos a Buenos Aires erogando tarifas que oscilan entre el 20% y el 50% respecto del flete actual.
Foto: Hernán Nersesian
Gracias
al tren carguero gestionado por el Estado, las bodegas mendocinas chicas y
medianas accederán a un servicio “puerta a puerta multimodal” Palmira-Buenos
Aires pagando en ciertos casos hasta una quinta parte del total de lo que hasta
hoy debían desembolsar por el mismo trayecto en ruta.
El
acuerdo contempla la combinación de tren –el grueso del trayecto, realizado por
las vías de la línea San Martín– más los tramos complementarios de camión,
también gestionados por BCYL. La estatizada asume, así, la operación logística integral
cubriendo mediante una tarifa básica hasta un radio de 50 kilómetros –de lo que
corresponde fuera de vías– entre las bodegas y Palmira (Mendoza) así como entre la base logística Alianza –Santos
Lugares, provincia de Buenos Aires– y el
destino final de la mercadería, ya sea CABA o conurbano. Esa es la síntesis del
acuerdo firmado este sábado por el gobernador mendocino y el titular de BCYL en
el marco de la tradicional fiesta de la Vendimia.
Gracias
a la iniciativa, los productores –agrupados por la Dirección Provincial de
Vitivinicultura– “se subirán” al tren de cargas, reactivado por el Estado
Nacional, que reasumió la gestión carguera ferroviaria en 2013 para potenciar
su red como herramienta de estímulo a las economías regionales.
A menor tamaño, más beneficios
En
números duros, la idea de Randazzo concibe un transporte de 24 pallets de vino
por vagón (misma cantidad que hasta hoy transporta un camión) más el tramo por
ruta desde la bodega hasta Palmira, dentro de un radio de 50 kilómetros,
traslado ferroviario a Santos Lugares y posterior entrega (otra vez por ruta) a
destino final, también dentro del radio de los 50 kilómetros, en Buenos Aires,
por un total de $5000 más IVA. Esta tarifa
“puerta a puerta” incluye la gestión de BCYL en el retiro de la carga y el consolidado
de mercadería en el vagón. El transporte desde y hasta puntos que excedan los 50
kilómetros respecto de Palmira o Santos Lugares, contempla un cuadro tarifario
especial, altamente ventajoso respecto del que hasta hoy ofrecen los servicios automotores
convencionales.
En
el caso de aquellos productores más chicos que aspiren comercializar un menor
volumen (un pallet de vino como unidad de medida mínima) el servicio no incluye
el “puerta a puerta” pero establece una tarifa de $150 + IVA por pallet entre
Palmira-Santos Lugares. En promedio, esto significa una baja de hasta el 80%
frente al actual costo logístico del camión.
En sintonía
con la política ferroviaria trazada por el Gobierno Nacional, el convenio
implica un fenomenal impulso a la producción por excelencia en la región
cordillerana del País. Esto redundará en empleo, capacidad de producción y
tonificación comercial intensiva y extensiva al desatar un mayor margen de
ganancia y la consecuente reinversión por parte del bodeguero.
La
cadena vitivinícola Argentina involucra hoy un mercado interno de 13 millones
de pesos anuales, 17.600 productores y más de 113.000 puestos de trabajo. En
función de estos números, el convenio expresa una lectura consciente de su
importancia y plasma su efecto en la articulación del sector público con el
privado, al optimizar beneficios y reducir costos. El rol del Estado como
dinamizador de las economías locales queda aquí formulado mediante el máximo aprovechamiento
de la capacidad ferroviaria que viene impulsando el ministro Randazzo
complementariamente con la renovación de la red.
Los
beneficios que plantea este convenio para el bodeguero son múltiples, pero
priorizan la necesidad de estímulo de los productores pequeños, la posibilidad de acceder a las góndolas de
mayor movimiento del País en CABA o conurbano, más competitividad con las
grandes bodegas sin requerir volumen, y un futuro acceso al puerto de Buenos
Aires para exportaciones.
Se trata, en definitiva, de vigorizar los
recursos existentes interviniendo en beneficio de la comercialización y los
servicios que requieren para crecer los productores provinciales de menor
escala, en el marco de la sinergia impulsada por nuevo tren argentino en sus
distintos escenarios.